El Forecast o previsión de cierre es uno de los instrumentos más útiles para mantenernos despiertos.
Una vez acostumbrados a trabajar con cierre mensual y presupuesto, analizando las desviaciones, la siguiente pregunta que se nos plantea es ¿y si seguimos como hasta ahora cómo vamos a cerrar el año?
La preocupación por el cierre del año es inevitable, ya que el final del ejercicio es como el fin del partido, el momento en que se recuentan los goles y ya no se puede cambiar nada.
Toda la información financiera de las empresas gira en torno a su ejercicio económico y es extremadamente importante para informar a accionistas, terceros en general, y sobretodo para obtener financiación, por eso estimar como van a ir las cosas al cierre, mientras el periodo está abierto nos va a permitir corregir aquellos aspectos que no resulten del todo satisfactorios.
Aunque trabajar con un Forecast a la vista es útil, prácticamente desde marzo (para las empresas que cierran en diciembre), septiembre y octubre son los meses dónde el Forecast toma protagonismo en las empresas, la dirección financiera, ya sea interna o externa, suele presentar las previsiones de cierre como el mejor instrumento de control de gestión.
La elaboración no es complicada si la organización cuenta con un cierre contable mensual y un presupuesto anual debidamente mensualizado. La base del Forecast es partir de la realidad de los meses cerrados y añadir el presupuesto de los meses que quedan.
Tenemos así un primer Forecast al que llamamos matemático. A partir de esos números habrá que añadir información sobre nuevos hechos que hemos conocido durante el año, configurando de esta forma los ajustes a la previsión matemática para obtener el Forecast definitivo.
Es muy frecuente que el Forecast preparado en septiembre – octubre nos sorprenda negativamente, puede que no guste a nadie, pero es una excelente manera para que toda la organización se ponga en marcha y trabaje para conseguir los objetivos del año.
Si en los primeros meses del ejercicio el presupuesto es el protagonista de los análisis mensuales, en el segundo semestre la previsión del cierre, el Forecast, marca los objetivos numéricos de la empresa. El Forecast es también la respuesta a años en que el mundo se mueve continuamente bajo nuestros pies y las estimaciones de presupuesto quedan rápidamente obsoletas.
Para aquellas compañías familiarizadas con presupuestos y forecast, una herramienta de control de gestión muy útil radica en la implementación del Rolling Forecast, un sistema de estimación permanente a 12 meses que más allá del cierre del ejercicio, nos ayuda mantener el control sobre la actividad con suficiente perspectiva temporal.
¿Ya sabes cómo se presenta este cierre de ejercicio para tu empresa?
Argelia Garcia
Socia External Financial Management
Dirección Financiera Externa para una gestión económica inteligente