Empresas Talla M

Empresas Talla M
Si leemos la prensa o nos acercamos a los foros habituales de emprendeduría parece que solo hay dos tipos de empresas, las de alto crecimiento, muy escalables y exitosas como Google, Apple o Facebook, empresas que de la nada mantienen crecimientos sostenidos del 20% anual mínimo y son objeto de estudio en las más prestigiosas escuelas de negocio.

En el otro extremo está el emprendedor que genera su propio puesto de trabajo, se trata de la auto-ocupación, del trabajo autónomo. Es una actividad que supone una gran dedicación, ya que se necesita trabajar las áreas de ventas, operaciones y administración lo que lleva al emprendedor al agotamiento y a la perpetuación de la precariedad de su pequeña organización.

Según el Retrato Pyme 2014 de la Dirección General de Industria y de la PYME, en España el 53,5% de las empresas son microempresas sin asalariados, mientras que el 42,2 % son microempresas con 1 a 9 empleados. El cambio es sustancial, ya que se pasa de estar solo a formar un equipo. A nivel global es impresionante lo que podría pasar si ese 53,5% de empresas sin empleados (1.680.361 en el informe) trabajaran para tenerlos, aunque solo fuera uno. A nivel personal supone pasar de la multitarea agotadora a la creación de un proyecto común con potencial de crecimiento que permitiera a la empresa pasar a la nueva categoria de pequeña empresa, entre 10 y 49 trabajadores (3,6% en España, 6,6% en l aUE).

La realidad es que sí hay otro tipo de empresas, las que podríamos llamar de talla M. Son organizaciones que una vez creadas por sus fundadores han crecido progresivamente y han conseguido tener un mínimo equipo de personas dedicadas a la actividad elegida, que permite seguir trabajando en el crecimiento para consolidar la empresa.

Tal y como describe la business angel americana Rania Anderson, al crear una empresa nos recomiendan pensar en grande, pero quizá deberíamos plantearnos “pensar en mediano” como un objetivo mucho más realista y accesible para la mayoría.

Pensar de forma sólida en la necesidad de dotar de un cierto tamaño a nuestro proyecto va a contribuir y mucho a que se convierta en realidad, a la vez que nos va a permitir una cierta calidad de vida. Es frecuente escuchar emprendedores que declaran que inician un proyecto para poder conciliar mejor o disponer de más tiempo, es un error frecuente, cualquier iniciativa que quiera sobrevivir exige la dedicación absoluta y prioritaria de sus fundadores. Las dedicaciones a tiempo parcial no son nunca suficientes. Así, la opción es limitar el tiempo en el que vamos a estar absorbidos al 100% por el proyecto y establecer un plan de crecimiento que incluya como prioritario la creación de un equipo que junto, unido y coordinado dé continuidad al proyecto.

Claves para dirigir nuestra empresa hacia la talla M

  1. Enfocarse al crecimiento y tener muy claro cuáles son los pasos que tenemos que seguir para crecer en rentabilidad sobre todo; el beneficio neto y la tesorería son los parámetros a seguir todo el tiempo, contar con una gestión económica inteligente será imprescindible.
  2. Buscar alianzas, socios, convenios, pactos, acuerdos con proveedores, clientes o colegas porque sumar multiplica. Es cierto que muchas experiencias no son exitosas, pero hay que saber encontrar aquellas colaboraciones que sí lo son.
  3. Trabajar el marketing, las ventas y la comunicación cuidando la presencia de la empresa en los medios que corresponda por su actividad, atendiendo siempre la generación de nuevas oportunidades de negocio
  4. Crear un equipo de trabajo interno que incorpore la filosofía del proyecto, la ventaja competitiva y que esté preparado para llevarlo a cabo, eso requiere comunicación interna, formación y un buen uso de la tecnología. Es algo que suele olvidarse y su ausencia es generadora de una mala calidad de vida para los fundadores.
  5. Financiarse de forma estratégica utilizando el crédito de forma moderada para permitir las inversiones necesarias para el crecimiento.
  6. Construir un círculo de soporte ya sean colegas, mentores, grupos de crecimiento profesional o asociaciones, son una fuente de inspiración que te permiten reflexionar, mantener el foco y aprender de forma continua.

Todo empieza con el deseo de crecer para muscular la empresa y ponerla en forma para convertirla en el vehículo que nos llevará a hacer realidad nuestros proyectos. ¿Por qué no empezar ya?

Argelia García

Socia EFM

Dirección Financiera Externa para una gestión económica inteligente

 

 

EMPRENDER

Un paso y estás ahíHoy quiero compartir una experiencia práctica de  esa frase de Rita Levi Moltacini que me encanta “no tengas miedo a las dificultades, lo mejor viene de ellas”.

Seguro que conoces el programa INCORPORA de La Caixa. Hace años que ayuda a los más desfavorecidos a través de la inserción laboral.

Gran parte del trabajo de Incorpora se lleva a cabo con el soporte de  entidades sin ánimo de lucro que trabajan en ese campo. Una de esas entidades es la Fundación Fidem, que como algunas otras se vieron muy limitadas en los últimos años para encontrar opciones de empleo para todas las personas que necesitaban una oportunidad. Así que aprovechando su experiencia en la creación de empresas, dinamizó la apertura de pequeños negocios a través de microcréditos.

Esa práctica de dinamización se ha visto impulsada recientemente por la incorporación de personal especializado, la creación de una comisión de trabajo, la inauguración del programa de mentoring y el soporte de financiación a través de microcréditos.

Así, se ha puesto en marcha un plan ambicioso de acompañamiento en la creación de pequeñas empresas basado en 3 ejes:

  1. Soporte para elaborar el Plan de empresa y el Plan económico
  2. Acompañamiento para conseguir la primera financiación (microcrédito de entre 6.000 y 24.999 €)
  3. Asesoramiento experto gratuito (mentoring) a través de las socias voluntarias de la Fundación, en función del sector y tipo de actividad.

La próxima sesión informativa será el dia 19 de mayo de 12:00 a 13:00, si conoces a alguien que tenga un sueño que parezca imposible, pásale esta información.

No es necesario acreditar ninguna situación especial de marginación, las socias de Fidem son empresarias relevantes en diversos sectores con experiencia probada en la creación y consolidación de empresas, y por supuesto el programa está abierto a mujeres y hombres sin distinción.

Para inscripciones y más información sigue el link

Si quieres, está en tu mano. No estarás sol@.

 

Argelia García

Socia en External Financial Management y orgullosa socia de Fidem

Emprender sin sueldo

Emprender sin sueldo

Hace unos días, en un taller sobre la parte económica del plan de empresa, me encontré que nadie se había acordado de incluir un sueldo para el equipo emprendedor entre los gastos de su plan.

Mi experiencia en proyectos dónde el equipo emprendedor no cobra y dedica su tiempo, considerado infinito, a acciones gratis suele conducir al fracaso por agotamiento físico o por falta de pensamiento estratégico, ya que está tan dedicado a la multitarea de supervivencia que no le queda tiempo de calidad para dedicar a mejorar y potenciar el proyecto.

¿Por qué hay que poner un sueldo al emprendedor?

  1. Para sobrevivir:  el emprendedor es una persona con necesidades físicas y de supervivencia, que según su situación personal tendrá que pagar su comida, alquiler, luz, agua, teléfono, ropa, gasolina o regalos de cumpleaños. Puede que tenga pocas necesidades personales, pero seguro que tiene algunas. Hay que contarlas y asegurar que se cubren con un sueldo adecuado.
  2. Para evitar la desmotivación y el abandono: se puede sobrevivir un tiempo con poco, pero al final los equipos emprendedores, quieren y necesitan un poco de calidad de vida y no pensar que dedican todos sus esfuerzos a un proyecto que no les compensa económicamente. En muchas ocasiones acaban buscando trabajos de supervivencia para poder pagar las facturas y acaban agotados y totalmente desenfocados.
  3. Para calcular bien los precios de venta y asegurar el margen bruto imprescindible para considerar nuestro proyecto un negocio: si no se prevé una remuneración se acaban calculando mal los precios de venta. Se establece el coste del producto sin incluir  el coste de las horas de trabajo de los emprendedores, con lo que se acaba vendiendo por debajo del coste real de producto. Eso genera  una espiral difícil de corregir. Hay que trabajar mucho para tener alguna ganancia y esa siempre es insuficiente.
  4. Para profesionalizar la empresa: se hacen trabajos de poca calidad por falta de conocimiento. Como el emprendedor no tiene fondos, empieza a hacérselo todo él, hace el márketing, sin ser experto, los paquetes si hace falta, se lleva la contabilidad hasta que tenga recursos para contratar una contabilidad externalizada, lleva los perfiles en redes sociales y se programa la web con un asistente sencillo. Pero su actividad core la tiene un poco desatendida porque hay que llevar toda la estructura empresarial  sin costes, a ver si así genera algún beneficio que le permita tener  ingresos.
  5. Para negociar con los inversores: si nuestro proyecto es objeto de inversión, el sueldo del equipo emprendedor será uno de los temas de negociación, será mejor haberlo previsto para que nuestros cálculos estén preparados.  Si no se prevé un salario, los inversores dudarán de la dedicación del equipo al proyecto.

Esto no es una teoría, es algo que vemos a menudo. Proyectos fantásticos que quedan estancados porque los impulsores después de unos años están atrapados en un planteamiento inicial, de cobrar lo que dé o si queda algo. Una de las principales razones para emprender es ser tu propio jefe y asegurarte una actividad que te permita vivir conforme a tu forma de ver las cosas. Si tu proyecto no incluye un sueldo para ti, ¿entonces cómo vas a decidir qué haces? Acabas haciendo actividades de supervivencia, que muchas veces poco tienen que ver con el proyecto inicial.

En ocasiones,  la forma jurídica que se adopta no ayuda a establecer un sueldo como tal,  como autónomo o miembro de una SCP, no se está obligado a llevar contabilidad y la fiscalidad atribuye rentas a los socios como diferencia de ingresos y gastos.

Por eso es importante  prever en el plan económico un sueldo para cada miembro del equipo emprendedor, más modesto al principio, pero que cubra las necesidades básicas, de forma que deje tiempo para dedicarse al negocio. Y que crezca en años sucesivos. Eso nos permitirá ver si el plan tal como lo planteamos es realmente viable.

 

Argelia García

Socia EFM

 

 Dirección Financiera Externa para un gestión económica inteligente

 

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